¿Adiós meses sin intereses?
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Jonathan Ruiz Torre – Parteaguas – El Financiero
Que bajen las ventas es justamente el propósito del Banco de México para contener la inflación, que es su obligación constitucional. Ahora falta que vengan las ofertas de las tiendas.
Ayer, como que finalmente nos dimos cuenta todos de que los gobiernos quieren que la gente tenga menos dinero para gastar. Eso pone en riesgo los “meses sin intereses”.
Piensen en el Banco de México que imprime los pesos, pero también en la Reserva Federal, que distribuye los dólares. Ambos vienen pisando el freno a los compradores desde hace un año.
¿Cómo? Subiendo sus tasas de referencia. Una forma fácil de notarlo es justamente esa: ¿No perciben que hay menos promociones a meses sin intereses? Ojo, no confundir con pagos diferidos…
Los estadounidenses se vuelven locos en estos días con su nuevo“buy now, pay later, pero los mexicanos llevan años escuchando a cajeros que dicen: “¿se lo pongo a 12, a seis o a tres meses? Es un fenómeno relativamente nuevo en un país que hasta el siglo pasado batallaba con inflaciones altas y créditos caros.
¿Por qué es factible que bajen esas promociones? Porque a bancos como BBVA, Banorte y el resto, ahora les cuesta más usar o tener el dinero “guardado”; también deben pagar más a algunos de ustedes que tienen ahorros o cuentas de inversión.
La razón está justamente, en que el Banco de México subió su tasa anual hasta 10.5 por ciento. Ofrecer tasas por debajo de eso, puede ser un mal negocio.
¿Consecuencia? Quienes necesitan un préstamo para comprar una pantalla, un carro o una casa, deben pagar tasas de interés más altas. Muchos se echan para atrás cuando ven el total y dejan de comprar.
Así se frena la economía… así detiene la inflación el gobierno de cada país a través de su banco central. El de acá es el Banco de México, mismo que hace solo un año tenía esa tasa objetivo en un nivel de 5 por ciento.
Ayer, difundió una lista de razones para elevarla al nivel histórico al que la vemos ahora:
“Las condiciones financieras globales, el entorno de incertidumbre, las presiones inflacionarias acumuladas de la pandemia y del conflicto geopolítico, y la posibilidad de mayores afectaciones a la inflación, así como la postura monetaria que ya se ha alcanzado en este ciclo alcista”.
Subir las tasas es la “droga” necesaria para que la gente deje de comprar y con ello… idealmente, los negocios hagan ofertas o bajen precios para conseguir clientes.
Hay evidencia de que la constante subida de este año ya empezó a funcionar en México:
Ayer, la Secretaría de Economía informó lo siguiente:
“La doceava edición de El Buen Fin se realizó del 18 al 21 de noviembre. En esta ocasión se registraron en el portal oficial más de 104 mil establecimientos comerciales para participar en el programa”.
“El Consejo Coordinador Empresarial (CCE) estima una venta de 134 mil millones de pesos durante este programa 2022″.
Eso es un dineral para los mortales, pero es una gran baja respecto al año pasado, cuando el CCE reportó ingresos de 191 mil millones de pesos. La caída es de 30 por ciento.
La Secretaría de Economía trató de maquillar el asunto: “dado que duró cuatro días, esto se traduce en 33 mil 500 millones de pesos por día de venta. En el año 2021 fue de 27 mil 400 millones de pesos por día; y en 2020, de 19 mil 916 millones de pesos”.
El año pasado El Buen Fin duró más de una semana y 2020 fue el peor año en ventas para toda esta generación, debido a una pandemia.
Volviendo al punto: que bajen las ventas es justamente el propósito del Banco de México para contener la inflación, que es su obligación constitucional. Ahora falta que vengan las ofertas de las tiendas.
Atención: esto no sucede solamente en México. Ayer fue un día malo en el mercado de valores. Salvo por excepciones, los precios de las empresas que cotizan en las bolsas de México y de Nueva York cayeron 1.5 y 2.2 por ciento respectivamente.
Todo está vinculado con el mismo asunto. La Reserva Federal también subió su tasa de referencia para contener la inflación.
Quienes compran acciones entienden que las empresas venderán menos y consecuentemente, ofrecen menos dinero a cambio de esos papeles.
La tarea de los bancos centrales parece funcionar y sí, en México eso pone en riesgo de extinción los “meses sin intereses”.
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